Antes que nada quiero decirte que te quiero mucho, de eso no tengas dudas. Todo lo que vivimos juntos fue maravilloso pero aunque viajamos tan lejos me traje conmigo mis mambos y encima ahora ni siquiera puedo descargar con mi doctor. No sé, tal vez no sea al único al que le pasa eso, no lo sé, pero si sé que es algo que a mí me tortura. Qué sé yo, por un lado tengo en mi cabeza los mandatos de mi viejo, la presión, lo que debe ser. Y por el otro lado mi cabeza está en las cosas que deseo, lo que quiero, lo que me gustaría hacer. Estoy dividido entre lo que debo hacer y lo que quiero hacer. Siempre me pasa lo mismo, por un lado no debí enamorarme de la novia de mi mejor amigo y menos de una chica como ella, pero por el otro lado no podía pensar en otra cosa que en ella. Estaba atorado entre lo que debía hacer y lo que quería hacer otra vez. Y cuando tenés un mambo así en la cabeza, sí o sí metes la pata, no terminas haciendo ni lo que debes ni lo que querés. Entonces cuando uno puede pensar con claridad, comete errores muy graves. Te juro que es una tortura estar así, dividido, no sé, si fuera sólo un mambo mío me la banco pero así lastimo a los demás y eso no me lo puedo permitir porque no debo, ni quiero lastimar a nadie y menos a vos que te quiero tanto. Este mambo lo tengo que bailar solo, al menos hasta, no sé, hasta que pueda descubrir qué es lo quiero. Así que te pido disculpas.
Ojala puedas perdonarme... !
martes, 6 de octubre de 2009
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